SALVANDO VIDAS, AL RIESGO DE LA PROPIA
Acostumbrados a ser mal tratados por doctores y ver que es común que la mayoría no haga bien su trabajo; existe un buen número de galenos que aman su profesión y sobre todo traen ese don de gente que no les importa ni su salud para salvar vidas, tal es el caso del Doctor Juan Pablo Bonilla G y el Dr Rumualdo Chuc.
Y es que gracias a Dios son cientos de doctores y enfermeras que realmente todavía se ponen “la bata” para estar siempre dispuestos a salvar las vidas de sus pacientes en los hospitales públicos del Estado, y que mejor que sea el mismo doctor Bonilla el que relate este gran hecho ocurrido el primero de Marzo de este año y que esta dando vuelta en las redes sociales.
“Quiero compartirles lo que me paso en el turno del sábado, recibí un paciente con heridas por proyectiles, en abdomen y en brazo derecho, la lesión del brazo, seccionó la arteria humeral, para poder sacar adelante al paciente pedí ayuda, me respondió el Dr. Rumualdo Chuc, que con 39 grados de temperatura y el dolor articular por la CHIKUNGUNYA y casi a media noche no se negó y juntos, con la ayuda de Dios, sacamos bien al paciente”.
Y agrega el galeno alegre de haber salvado a su paciente “ Con esto quiero reconocer el trabajo que muchos de los médicos hacemos y que no se nos reconoce. Para suturar la arteria no había hilos de sutura adecuados, el Dr Chuc llevó de los suyos, los cuales nadie le va a pagar, y sin los cuales no hubiéramos podido hacer lo que hicimos. Y estoy seguro que como nosotros, hay muchos médicos en la red hospitalaria, que en silencio, con salarios que dan pena, trabajamos porque es nuestra misión, nuestra vida, es lo que nos gusta y nos satisface, realizamos el trabajo con lo poco que tenemos, usando nuestros recursos o la imaginación para poder hacer nuestra tarea diaria. Y con esto no quiero echar flores a lo que hacemos, sino hacer un humilde reconocimiento a los que trabajamos en los hospitales nacionales. Gracias Dr, Chuc.”
Y desde estas líneas nosotros también nos sumamos al reconocimiento para los doctores que hacen su trabajo más alla de sus responsabilidades y recursos con que cuentan, con ese espíritu de amor hacia sus prójimos, y muy pronto estaremos hablando de otras acciones similares que tanta falta nos hacen ver, escuchar y leer por quienes si aman su profesión.